lunes, 25 de noviembre de 2013

  SI TÚ ME DICES «¡VEN!»

Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo... 

No volveré siquiera la mirada

para mirar a la mujer amada... 

Pero dímelo fuerte, de tal modo

que tu voz, como toque de llamada, 

vibre hasta el más íntimo recodo

del ser, levante el alma de su lodo

y hiera el corazón como una espada.


Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.

Llegaré a tu santuario casi viejo,

y al fulgor de la luz crepuscular; 

mas he de compensarte mi retardo,

difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo

de perfume sutil, ante tu altar!


Amado Nervo


domingo, 6 de octubre de 2013

Momentos Poéticos



Uno nunca imagina que aquellas cosas que hemos leído pasan a ser parte de la realidad, o sino no eran ya parte de la misma solo que no lo sabíamos, la lectura ha sido y es una parte fundamental de mi vida, he pasado por todos los tiempos y formas de la literatura, pero creo que una de las cosas más importante que permanecen en mí, es aquello que leíamos juntos con mi mama, esa forma era la poesía. La poesía es aquella forma de expresión en las letras que permite al hombre conectar los signos, el orden y los estados, es decir que un simple verso y a través del mismo puedo ver, saber y sentir el estado del alma del autor. Hace mucho, unos de mis familiares me dijo que la poesía son pedazos del alma que hombre va dejando por allí, y es una definición  muy clara estos estados.

Pero a lo que quiero llegar con este simple relato, es dejarles ver como un acontecimiento de la vida y los estados son parte de un momento poético. Hace muchos años una de mis tías (la más querida) me regalo un libro donde este contenía cuentos varios entre los cuales había muchos de Borges, imagínense que a los 10 años uno puede entender poco de toda la literatura borgeana, algo que hoy me apasiona, puedo decir entonces que mi tía con ese regalo no solamente marco mi vida sino que me condiciono en todo el tipo de lectura que vendría después con los años, puedo decir que me introdujo en la belleza de la lectura.
En una tarde de vacaciones de verano, sentados los dos bajo el pino que había en el patio de su casa, tuvimos una conversación que jamás me imagine que trascendiera en el tiempo, y fue más o menos así.

M-tia,¿vos te vas a morir?.
T-claro, todos morimos.
M-¿y que voy a hacer yo si te morís.?
T-tenes a tus papis y no te preocupes por mí.
M-te voy a extrañar.
T-no, mira cuando me muera y me lleves flores y junto a mi tumba sientas lo pájaros y uno entre tantos cante mejor que otros, soy yo diciéndote que estoy bien
M-bueno está bien.

Quedo como un simple dialogo casi yo diría nada significativo, pero como Dios ha hecho de nuestra mente una especie de viejo baúl donde se guardan recuerdos que para el si son significantes más allá de nuestras perspectivas. Fue así que pasado los años y ya no un niño, sino un niño en estado de hombre,  que fui al cementerio a visitar y recordar a familiares, y es allí donde llego a la tumba de mi tía, su tumba era en cierto modo un reflejo de lo que fue su sonrisa, llena de flores y cuadros de ella donde siempre se está riendo y trasmitiendo vida. Me paro allí, me inclino, acaricio las flores y el aroma de las mismas me introducen en una mundo de recuerdos de mi infancia donde ella fue un enorme protagonista de mi niñez,  entonces me invade la tristeza, inclino mi cabeza, cierro los ojos y dije hacia mis adentros cuanto la quería…me quede en silencio y nuevamente el aroma de las flores y ahora el canto de los pájaros, como si ese momento miles de ellos cantaran para ese momento, pero justo allí cuando respiro profundamente, uno de ellos sobre sale con una melodía hermosa, y frente a este canto del pájaro lo demás callaron…aquella vieja conversación salió del baúl de los recuerdos vaya a saber por qué pero recordé sus dicho… “mira cuando me muera y me lleves flores y junto a mi tumba sientas lo pájaros y uno entre tantos cante mejor que otros, soy yo diciéndote que estoy bien”

Así que me puse de pie mire su tumba bese su retrato, toque su flores y me retire de allí en paz, había vivido allí un estado poético vello y único como ella me enseño a ver las cosas de esta vida. Todo lo que hay en la tumba de mi tía es algo que ella pidió que estuviera, lo cual habla mucho de ella, ¡qué manera de morir, pero que manera de permanecer en la muerte¡

Así es como muchas veces Dios actúa con sus palabras en nuestra vida, él de manera que yo no entiendo me mantiene en un letargo de ignorancia en cuanto a un asunto determinado de mi vida, sin embargo en un determinado instante de la vida sus palabra cobran sentido de manera poética, sublime y maravillosa debido a que ahora la palabra da paz tras la comprensión. Así que demás está decir que sigo recordando a mi tía con mucho amor, pero más aún quiero tener una relación con el padre pero de amor donde el confirma su palabra en mi hasta el último día de mi vida.

“Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aún más allá de la muerte.”
                                                                                   Salmos 48:14


Mario Griguelo

jueves, 14 de marzo de 2013

¿Dónde estamos?



Observando el N.T encuentro en algunos hombres ciertas características que le llevaron a comprender la forma de verse a sí mismos frente o alrededor de una serie de conceptos que hemos de saber desde la teoría teológica. Estos no se quedaron simplemente con su saber teológico ni con sus pietismo evangélico sino que se miraron a si mismos frente a la cruz. Al observar esto veo y he sido condicionado por una serie de conceptos que han estimulado mi egoísmo, mi YO. El amor propio, mis “fortalezas” y “debilidades”, cursos que no han hecho otra cosa que darle forma al hombre interior caído (el viejo hombre).

Pasado los años Dios el alfarero ha ido dándole forma a esta vieja vasija, el sufrimiento, al angustia y otras tantas cosas que uno pasa no llevan a pensar que hemos adquirido experiencia y no es más que un mero intento de pretender tener “algo” con el cual presentarse o decir de uno mismo y eso no es más una pretencion de mostrar nuestras experiencias egoístas.

Pero cuando veo tranquilamente al apóstol Pablo y su vida y todo lo que trascendió,  aquello que tuvo oportunidad de ver y experimentar, podría (incluso) usarlo como carta de presentación dentro de los parámetros religioso de aquellos tiempos; sin embargo opto por buscar aquello que si nos hace ser de una manera muy personal e íntima lo que somos y así poder saber donde estamos, pero veamos dos textos.

“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy;
y su gracia no ha sido en vano para conmigo,
antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo,
sino la gracia de Dios conmigo.”
                                                                              1ª Corintios 15:10

Si Ud. mira detenidamente su dará cuenta que Pablo tenía un concepto de la gracia de Dios y el
trasladaba este concepto a la perspectiva de su persona, al concepto de si mismo definía determinadamente los que era cuando se colocaba frente a la gracia de Dios. Por eso podía decir soy “lo que soy” y creo que eso lo atribuía a su ministerio y su apostolado con todo lo que eso conlleva lo que dice después es que “la gracia no ha sido en vano para conmigo” es decir que nada que lo que Cristo le ofreció y dio fue vacío o hueco todo cuando recibió y dio viene , es y desde la gracia viene, aquel favor de Dios que da los que no merecemos para hacer de nosotros vasijas de barro, vasijas de cristal, pero esta transformación no tiene que ver con la apariencia sino con el contenido y el alfarero. Cuando una obra de arte es exaltada y expuesta, reconocemos su hermosura, su belleza y otros su técnica pero cabe la menor duda que todas esas cosas se la atribuimos a un al autor; y así es con nosotros todo lo que somos es obra y trabajo del alfarero que no ha dado forma como él quiere.[1]

Pero otra cosa que me llama la atención y este mismo contexto es la expresión que dice “pero no yo” pablo atribuye todo su trabajo, esfuerzo, trayectoria y personalidad en plano de superación en contrate con otros al decir “he trabajado más que todos”. Que expresión, que manera legítima de definir su ministerio pero este condicionado, dirigido y sometido a la gracia de Dios. Cuando pablo dice “pero no yo” me produce un fuerte impacto no tanto por el sentido literario sino por todo lo que conlleva alrededor de la persona de Pablo. El muere, él sabe que el hombre fariseo egresado de una de las mejores escuelas rabínicas y con el maestro más prominente de su época, estricto  e intachable con un currículo envidiable pero que todo aquello (según él) “lo tengo por basura para granar a cristo”[2]
Mi mente no deja de repetir esa frase “no yo”, “no yo” sino la gracia de Dios, ¿qué más puede uno pedir?, que cosa hacer con esfuerzo y sacrificio humano sino la gracia no está en nosotros?

Pero el otro texto no tiene que ver tanto con la exposición de experiencia frente a la gracia de Dios sino frente a la cruz de cristo, la cruz lugar de encuentro con el pecador, pero más aún un lugar de transformación constante y (entiéndase bien) de renovación permanente. Allí nos encontramos con Cristo, allí tengo que mirar al crucificado y ver su entrega, su amor y su gracia. Pero estos lineamientos no son siempre así, Pablo tenía una mirada constante a la cruz y su mirada era de tal manera que llego a identificarse con este hecho en la obra de Cristo.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado,
y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí;
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios,
el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
                                                                                Galatas 2:21

La identificación de Pablo con Cristo llego a un plano de relación que pablo experimento el morir a sí mismo para experimentar la obra de Dios en su vida, ahora cuando leo esto comienzo a pensar y recordar cuantas cosas escuche sobre lo que tenemos que ser con nosotros mismos, la trayectoria, el ministerio, la grandeza, el pulpito la misión, el equipo, no son más que ciudades que satanás sigue ofreciendo a sus hijos. Pero que sucede con la autoproclamación. Yo, yo, yo y no hay otra cosa que YO en contraste con el concepto del apóstol Apóstol “ya no yo” “vive Cristo en mi” que cosa más interesante ver esta perspectiva que es una manera de ver la vida pero más aún,  es una responsabilidad de dejar que Cristo tenga en control,  Es una manera de vivir en la fe conscientes de que Cristo murió y se dio a si mismo por nosotros “me amo y se entregó por mi” su amor y su entrega debe producir un compromiso de entrega hacia otros, su amor debe condicionar nuestro trato con otros por amor ya que viviendo de esta manera no tenemos nada que perder, nada que exigir y nada que reclamar.

Entonces ¿Dónde estamos?, en el plano de la gracia de Dios y la cruz de Cristo, la cruz es una evidencia de gracia y la gracia se evidencia en la cruz, estas están entrelazadas entre si y no hay manera de poder concebir una sin la otra,  cuando separamos la gracia de la cruz anunciamos un falso evangelio, cuando separamos la cruz de la gracia anunciamos u cristo sin cruz. Cuando pretendemos vivir con una prescindiendo de la otra perdemos el equilibrio de las cosas en síntesis cuando separamos la CRUZ  de la GRACIA y la GRACIA de la CRUZ, brillamos nosotros, nos exponemos, nos promocionamos porque en centro somos nosotros, es esta una forma que se ha hecho común entre los cristianos… nosotros siempre nosotros y lo que hacemos de donde venimos que hemos echo y cuanta verborragia hay en nuestras vidas cuando hablamos de nosotros. Pero solo por un instante debemos pensar que todo los que somos y tenemos es por la gracia de nuestro Dios.

¿Dónde estamos entonces? o ¿dónde quiero estar? bueno la gracia me permite ser lo que soy y no quiero ir más allá de eso,  cuando pretendo ser algo o créeme más de lo que soy  la Cruz me detiene, cuando me caigo en un profundo mar de tristeza  la gracia me levanta para tenerme en el lugar justo, no en un lugar de 
prominencia,  sin en el lugar justo de mi vida junto a la cruz donde allí encontré a Dios y también… a mí mismo.


Junto a la cruz do murió el Salvador,
Por mis pecados clamaba al Señor,
¡Qué maravilla! Jesús me salvó.
¡A Su nombre gloria!

Junto a la cruz recibí el perdón;
Limpio en Su sangre está mi corazón;
Mi alma está llena de gozo y paz:
¡A Su nombre gloria!

Junto a la cruz hay un manantial
De agua de vida cual el cristal;
Fue apagada por Cristo mi sed:
¡A Su nombre gloria!

Ven sin tardar a la cruz del Señor;
Allí te espera Jesús, Salvador.
Allí de Dios hallarás el amor:
¡A Su nombre gloria!

Mario Griguelo
Villa Regina.
 Rio Negro Argentina
14 de marzo del 2013
11:31 de la mañana




[1] Jeremías 18:6, Lamentaciones 4:2
[2] Filipenses 3:4-9.

martes, 1 de enero de 2013

Solo en Jesús y nada mas...


Solo en Jesús y nada mas...¿acaso hay otra cosa?



"Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido,
 y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; 
y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. 
Este es el verdadero Dios, y la vida eterna." 
                                                                             1º Juan 2:20