jueves, 15 de mayo de 2014

El Tiempo, la noche y el cafe



El tiempo la noche y el café
Los momentos, los recuerdos y la biblia
La vida y el amor…mi único amor
Los tiempos, lo vivido. Los que ya no están
La vida y la paz…mi única paz.

El tiempo la noche y el café
Los libros, las fotos. Los ausentes
Mi vida y yo. Este quien soy
Mis hijos...todos duermen, ellos
Únicos en mi existencia, mi trascendencia.

El tiempo la noche y el café
La noche, única y silenciosa compañera
El tiempo, tirano pero cómplice
El café, generador de sensaciones.

¿Sera todo una quimera o sera solo una letanía?
es solo complacencia con y alrededor
 de todo y nada…pero contentado
En el crepúsculo del día
El silencio, la noche, el tiempo,
La lluvia y una taza de café.

Mario Griguelo



viernes, 9 de mayo de 2014

Una Foto Caída De Un Libro



En una mañana fría, el viento golpea las ventanas, los ruidos son como fantasmas que buscan asediarme en la casa donde el tiempo pasa, el aroma del café invade mi lugar de estudio, libros de aquí y de allá, pensamientos, planes y proyectos nos quitan la lentitud al vivir y la sensación de satisfacción, la tiranía de lo urgente quien quita de nosotros la belleza de las cosas simples. Mientras esto acontece me dispongo a la acción de ordenar mi biblioteca, de repente el living se transformó en un lugar de pilas de libros, acomodando allí y acá de uno de ellos se cae un conjuntos de fotos, una de mi hija, otra de mi hijo y de repente una de mi esposa con su vestido de novia…cuando la vi el tiempo se detuvo, mis sentimientos se comenzaron  a despertar, dos cosas me llamaron la atención de la foto, su sonrisa y su mirada, su belleza toda, pero estas cosas me hicieron pensar y mucho. El tiempo paso, claro y pasa para los dos, pero mi pregunta fue ¿hay cosas que permanecen en mí y en nosotros? Seguramente sería egoísta de mi parte si yo hago este planteo condicionado a la opinión de ella, pero permítame, o me permito a mí mismo pensar sobre qué cosas permanecen en mi hacia ella, no por exaltación sino por revisar el compromiso pactado aquel día.

Los años van pasando, la edad va haciendo lo suyo, y aun los hijos están creciendo, nuestras situaciones son cada vez más distintas, pero nuestro amor es cada vez más maduro, lento, muy lento, pero maduro. Nuestro Señor nos ha llevado por caminos insondables, muy duros en algunos casos, satisfactorios por otros, pero él nunca nos faltó…después de todas estas cosas vividas veo su mirada y estoy agradecido a Dios por la mujer que me dio, veo su sonrisa y me agrada verla reír, son momentos que guardo en  corazón, pero fue solo un momento que pensé cuando vi esa foto, recordé cuanto nos costó llegar hasta ese día, y llego y paso, el tiempo fue y hoy estamos aquí con cuatro hijos hermosos a quienes amo profundamente, ¿que permanece intacto en mi entonces desde aquel día?, y uno podría decir “el amor” y me parece que es un discurso gastado, echo y porque no decirlo uno más, ¡pero cuando vi a mi esposa en esa foto!, me vino la misma sensación que tuve (y tengo) desde el día que la conocí, esa sensación de no sé qué, algo me produce, me deja sin palabras, mi respiración cambia cuando veo su mirada y su sonrisa, y es eso lo que me hace que la ame profundamente, y este amor esta aún más allá de las situaciones de cada uno, es de uno y no importa de la acción y la reacción del otro, es amor, ese mismo amor con el cual Cristo nos amó, creo que cuando uno ama a su esposa con esta dimensión entiendo la forma de, el amor de 1º Corintios 13, y el amor de Cristo por su iglesia. Pero en lo que a mí respecta, me da una profunda satisfacción mirar a mi esposa en silencio, podría estar horas así, por que la amo, pero porque he prometido a Dios primeramente y a ella amarla hasta el fin de mi vida, dejar de amarla… sería un doble traición, y por sobre todas las cosas un estado calamitoso para un hombre.

“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.
A él sea la gloria por los siglos. Amén.”
                                                                              Romanos 11:36

Mario Griguelo
Lima. Buenos Aires
Argentina
9 de Mayo del 2014

Demas esta decirlo que este escrito esta dedicado a mi esposa Sandra  Gonzalez