miércoles, 31 de diciembre de 2014

Leo, Pienso y Disfruto





La lectura es una parte fundamental en mi vida, es como respirar comer, andar. No puedo concebir mi vida sin libros, gran parte de mi existencia gira alrededor de ellos, no sé si en una virtud o una esclavitud, si es un privilegio o condenación; lo que si se es que ellos son parte de mi.

A veces me pongo a recordar y pensar ¿Cuál el primer libro que leí? Busco en los rincones más recónditos de mi memoria y no me acuerdo, pero si puedo recordar aquellos libros, los más importantes, aquellos que se destacaron en mi tiempo de lectura y traen al momento las circunstancias mientras los leía.

Recuerdo cuando leí Las mil y una noches, tenía apenas 14 años, ya en ese tiempo había leído los la novelas de Julio Verne, La vuelta al mundo en 80 días, Dos mil leguas en viaje submarino y otros. Por aquel tiempo tuve el gusto de leer El Alef de Jorge Luis Borges, lo entendí poco junto con otros cuentos, pero era solo el comienzo. Un libro que me produjo mucha curiosidad fue un libro llamado Viven, este relata la tragedia de los Andes, otras de la colecciones que tuve en mano fue la colección Robín Hood, esta traía un vasto repertorio de títulos, algunos fueron mi compañía en tiempo de invierno.  

Posterior a este periodo de los 15 en adelante comencé a leer algunos libros de historia, estos fueron clarificadores a mis dudas e interrogantes de aquellos tiempos, conté con la grata compañía de las revistas Selecciones, estas también fueron una audaz lectura que me ha dado un enorme caudal de satisfacciones. No sé cuánto he leído y lo que he leído, he incurrido en todos los tipos de lectura, recuerdo que mi madre era socia del Círculo de Lectores y sabía que tres veces en el año llegaba un paquete de libros por correo, abrir esa caja era todo un acontecimiento y curiosidad, no se imaginan lo sorprendidos que quedábamos frente a los libros que venían, todavía conservo algunos de ellos, El diario de Ana Frenk, Los bufones de Dios, Fiebre, Príncipe y mendigo y otros que son parte de mi biblioteca la cual considero un legado.

Recuerdo también la lectura de historietas, en mi niñez andaba por las calles un hombre que vendía revistas usadas e intercambiaba revista como El Intervalo, Dartañam y el Tony. Quien no se ha encantado con sus personajes, El cabo Sabino, Pepe Sánchez, Mi novia y yo, y el inolvidable Nimpur de Lagash. También leí historitas como Paturuzito, Isidoro, Afanancio y Capicual y otros y sin dejar de mencionar la revista Condorito.

Así que la lectura es una parte fundamental y esencial en mi vida, esta es la forma en la que he sido educado, en casa se leía mucho y no dejo de recordar las conversaciones y los tiempos de lectura, algo que me llama mucho la atención es que la mesa de luz de mi mama siempre había libros, es a ella a quien le debo esta manía, vicios o virtud.

Hoy incurro en otro tipo de lecturas, pero no puedo olvidarme de lo que he leído, ellos vuelven constantemente a mi vida y son hoy un depósito de satisfacciones. Pienso ahora, cuando alguien me dice que no hay que leer cierta literatura o autores, nadie puede juzgar un libro sin haberlo leído.

Fue así que en la casa de mi abuela, arriba del ropero, encontré un libro rojo, se lo pedí a mi abuela, ella me dijo –ojo si lo lees cuídalo. Imagínense que el mensaje fue directo, y comencé a leerlo, ese libro era la Biblia, no entendí mucho pero me cautivo la historia del Éxodo, y la vida de David y la historia de Jesucristo, no fue algo relevante hasta que me hablaron del evangelio, fue allí que la Biblia se transformó para mí en EL LIBRO DE LOS LIBROS. Para mí la lectura de la biblia es algo incomparable, aquello que alimenta mi vida diariamente, es el libro que me permite conocer a Dios y aprender de él.

Precisamente la lectura es hoy una ventaja debido al habito de poder tener a diario un tiempo de lectura de las escrituras, no he dejado de leer libros, ahora se suman a mi vida los libros cristianos, muchos de ellos importantes para el desarrollo y formación personal.

Que podría decir de la lectura entonces que es parte fundamental de mi, que es una aventura, un disfrute, un aula, un rincón donde uno es uno mismo, donde uno es sin importar lo que otros piensen, precisamente quienes juzgan mi vida tienen un vida tan pobre, que jamás ha tomado un libro, y por sobre todas las cosas te dicen – a mí me cuesta.  

La lectura es una parte fundamental en mi vida, no sé cuál fue el primer libro que leí, no recuerdo cuando empecé, pero de algo estoy seguro, nunca voy a terminar.

“Bienaventurado el que lee”
                                                   Apocalipsis 1.3

“Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.”
                                                                    Salmo 1:2

“Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído”.
                                                                                               Jorge Luis Borges.



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