sábado, 26 de mayo de 2012

SEÑOR… EMPECEMOS DE NUEVO





Estamos alejados Señor, no el uno del otro
Si no yo de ti. Yo, uno lejos, distante.
Pero me acerco, veo tu mirar y tus brazos abiertos. Y silenciosamente te digo 
Señor…empecemos de nuevo.

Estamos juntos Señor, pero mi pensar se disipa
Mi corazón no te busca, mi alma no te necesita.
El vacío me envuelve, la oscuridad no me deja ver.
Te busco, te llamo. Te encuentro y te exclamo
Señor…empecemos de nuevo.

Estamos juntos Señor, tu allí en el lugar de siempre…
Nuestro lugar de siempre, pero yo no estoy allí.
Estoy apurado, ocupado, aturdido, presionado.
Cansado y agobiado…sin gozo.
Vuelvo allí, a nuestro lugar, veo tus ojos tristes
Y una ves mas te digo, Señor…empecemos de nuevo.

Un día todo cambio…no fui yo él me aleje, sino él.
Me sorprendió, no entendí, no supe porque.
Pregunte, pero el no me respondió.
Reflexione y silenciosamente examine mi andar…estaba sucio
El pecado abia machado mis pies, mis manos… todo mi ser.
Caí en el profundo pozo de la tristeza y el pesar.
Él no estaba  ¿ quien de allí me podía sacar ?

Estuve mucho tiempo así, hasta que un día... él,  volvió.
Sin hablar, sin preguntar de allí me saco.
Luego,  me limpio, sus ropas estaban sucias.
Su hablar y su pureza era grande.
Luego del hombro me tomo… caminamos sin hablar nada.
Yo intente decir algo: “Señor perdóname…”
Pero no pude continuar por el llanto.

Él, con su único e infinito amor me miro, se fue más adelante
Y con su vos y con su mano me llamo.
Diciedome, ven, sígueme… empecemos de nuevo.

         Mario  Grigüelo

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he
amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
                                                                                               Jerm 31:3.

No hay comentarios:

Publicar un comentario